Levantarte por la mañana temprano. Ir a correr durante media hora. Llegar a casa, coger el balón y bajar a las canchas. Pasar la mañana allí, y volver por la tarde. Llegar por la noche a casa y mirar partidos de la NBA.
Y es que no me canso... Nunca tengo suficiente. Pero lo mejor es que siempre estoy con una sonrisa en la cara. Nunca he dejado de disfrutar jugando a baloncesto, y ya llevo mis años.
Definitivamente, I love this game. Simplemente porque consigue hacerme sonreír. Pero, ¿No es ya motivo suficiente?
La vida se pasa mejor con una sonrisa en la cara. :)
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